¿Qué es la Ruta de los Cabos?
Los Sambori camino del Triunfo
Medio año después, el recuerdo de aquella fantástica experiencia me devuelve al norte, al Sol de Media Noche, al Cículo Polar Ártico, a las cabañas junto a los fiordos o a las búsqueda de hotel chapurreando el inglés con aburridos recepcionistas franceses o alemanes.
Mi viejo Civic mostrando su mejor cara en un viaje atómico
Desde el sur al norte, desde la
ilustrada y carnavalera Cádiz, más allá de los campos suaves y llanos de la campiña de Jerez y el
valle bajo del Guadalquivir, donde uno de los reinos más antiguos de Europa
floreció entre el Mediterráneo y el Atlántico, hasta la agreste y desolada isla de Mageroya en Noruega, donde el Atlántico se convierte en el océano Glaciar
Ártico.
Un rato de descanso a orillas del fiordo
Bordeando junto al mar
O conduciendo por la tundra
De un viaje de ida y vuelta de más
de 12.000 km desde el Sur al Norte que empieza por la Vía de la Plata y en el que contemplaréis los dorados campos de
Castilla, los angostos valles vascos o los interminables bosques perennes de
Suecia y Finlandia. Una travesía a través de las Landas y las Ardenas de
Francia; desde las alturas de la Torre Eiffel hacia a las llanuras de los
Países Bajos y las islas danesas. Una experiencia en la que la Historia os
susurrará algunos de sus episodios en las playas de Normandía y la leyenda os
atrapará en la Villa de Santa Claus en Rovaniemi.
Y en Finlandia, ¿cómo se pone la gasolina?
Costeando desde el Cantábrico
al Báltico, bordeando el mar del Norte, visitaréis grandes capitales como París,
Bruselas, Copenague, Estocolmo y Oslo; pero también una travesía en la que os
internaréis en la naturaleza más espectacular de los fiordos noruegos, la Selva Negra alemana o las tierras yermas de más allá del Círculo Polar Ártico.
Ciudades olímpicas
O ciudades de duendes
Iglesias de madera, puentes
imposibles, túneles interminables, catedrales oscuras en la tierra de los renos
y los trolls, cascadas exuberantes, desde el calor del Mediterráneo hasta el
frío polar, desde las carreteras atestadas de las urbes holandesas y alemanas
hasta las estepas desérticas donde reina el Sol de Medianoche.
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